Este anuncio fue realizado por la Agencia SCPF y los directores creativos fueron Toni
Segarra y Rafael Montilla , la productora MJZ y el realizador Víctor García.
A simple vista,
el anuncio puede parecer extremadamente simple, sin embargo, la complejidad de
su significado y la originalidad al romper con la típica forma de hacer
anuncios de coches, explican el enorme éxito que tuvo.
A continuación, doy paso a mi análisis:
En el anuncio, de unos 30 segundos de duración, vemos una mano asomarse por la ventanilla de un coche a lo largo de diferentes escenarios y paisajes.
En el spot se alternan diferentes tipos de planos, todos ellos a través de transmisiones temporales por corte.
Los planos que se van repitiendo
son:
- Primeros planos de la mano asomada por la
ventana del coche. La mano está en movimiento y parece como si
estuviera intentando sentir el aire, la velocidad.
- Planos detalles del brazo del protagonista, en
los que se ve cómo la camiseta y el vello del brazo son movidos por el
viento. Son planos de una gran intensidad sensitiva.
- Planos medios del brazo entero del hombre, que nos permiten ver mejor los paisajes y los escenarios por los que el protagonista va conduciendo.
En todos los planos aparecen escenarios naturales. Comienza con paisajes montañosos, ausentes de vegetación, y poco a poco van apareciendo entornos más verdes, más vivos, hasta llegar a planos donde se puede ver el mar, para finalizar con el spot. Se desarrollan en un día claro, soleado y en todos ellos el viento es el auténtico protagonista, junto con la mano.
Ambos, la mano y el aire en movimiento, constituyen el hilo conductor del anuncio, ya que se ve cómo van interactuando con el fin de transmitirnos una sensación de tranquilidad, serenidad y disfrute. Se podría decir que la intencionalidad del anuncio es equiparar dichas sensaciones con las sensaciones que produce el acto de conducir, de ahí que al final del spot aparezca la pregunta ''¿Te gusta conducir''?.
El acto de sacar la mano por la ventanilla tiene un rasgo de universalidad, ya
que todos alguna vez, ya sea conduciendo o no, lo hemos hecho. Y, además, es un
acto en el que se intenta sentir la velocidad y la sensación de libertad que
produce el conducir. Esto hace que el target al que va
dirigido el anuncio sea muy amplio: todas las personas que disfrutan
conduciendo.
En cuanto al montaje, todos los
planos están unidos a través de transmisiones temporales por corte y, además,
al haber un gran número de planos de corta duración, podemos decir que el
montaje es analítico. En consecuencia, el spot tiene un alto ritmo.
Predominan los colores cálidos,
para transmitir cercanía, confianza y optimismo. Además, la luz juega un papel muy
importante, ya que es bastante clara, lo que hace que en todos los planos haya
una atmósfera de serenidad y transparencia que ayudan a transmitir el mensaje
del spot de forma más efectiva.
La música cumple una función determinante
en el anuncio. La canción elegida es ''Mano'' (Nono
Song) del grupo catalán La Creme. Se trata de una canción relajante, sencilla
en la que las notas musicales, que parece que son producidas por un xilófono,
van armoniosamente unidas al sonido del viento.
Cabe destacar el alto grado de
iconicidad del anuncio, ya que las imágenes de las que se compone son bastante
claras y en ellas no se aprecia ningún tipo de edición extraña. Con este alto
grado de realismo, BMW pretende transmitirnos que la idea que nos pretende
vender es tan real como las propias imágenes del protagonista conduciendo.
El anuncio es bastante original, ya que BMW con él rompió moldes. Dejó de hablar de las características físicas del producto y de la tecnología para intentar comunicar y transmitir las sensaciones que se producen en el acto de conducir. BMW apeló a nuestros sentimientos y emociones, nos invitó a liberarnos y fluir, como el viento. De hecho, llama la atención el hecho de que en el spot no parezca ni una sola imagen del automóvil. En este sentido, BMW marcó un punto de inflexión en la forma de hacer anuncios de automóviles.
El hecho de que al final del
anuncio se lance la pregunta ‘’¿Te gusta
conducir?’’, hace que sea el propio receptor quien tenga el papel de
responder al slogan. Se está apelando directamente a él y, además, se le está
dando la libertad de responder lo que quiera, esto hace que el significado
global del anuncio varíe de un receptor a otro, por lo que se puede decir que
hay polisemia.
El éxito de este spot no se puede negar. Además de por la repercusión social inmediata que tuvo, por los numerosos beneficios que reportó a la marca. El cambio de estrategia ayudó a BMW a ganar notoriedad y a mejorar la identificación de los valores de la compañía.
La gente quería
disfrutar conduciendo un BMW. Así, desde su lanzamiento, se produjo
un crecimiento en el volumen de ventas y, en consecuencia, un
aumento notable de los beneficios. Por otra parte,
este anuncio, ayudó a BMW a renovar su imagen pero sin perder la exclusividad
que tanto caracteriza a la marca.
Además, la campaña ''¿Te
gusta conducir?'' obtuvo numerosos premios, como el Gran Premio en
el Festival de San Sebastián del 2001 y el León de Oro en el Festival
de Cannes de 2001. También, BMW ganó el premio al Anunciante del Año y el
Gran Premio a la eficacia, ambos en el año 2002.
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