Durante mucho tiempo siempre ha existido, y sigue existiendo, el debate que enfrenta al poder de las emociones
frente a la razón, y viceversa, sobre todo en cuestiones de dinero.
En el documental del programa Documentos TV de TVE que adjunto se aborda está cuestión en profundidad. Me ha parecido bastante interesante, os recomiendo que lo veáis.
El documental comienza con un experimento el cual concluye que, cuando se trata de tomar decisiones relacionadas con el dinero, la mente es irracional.
No obstante esta
conclusión puede parecer radical, ya que el sistema económico actual que se ha
ido configurando a lo largo del tiempo ha estado basado en la racionalidad. Y,
además, los principales premios nobel de economía, como Gary Becker, creen que
los seres humanos somos racionales a la hora de tomar decisiones relacionadas
con el dinero. Están a favor del modelo racional de la economía, nacido hace 200
años de la mano de Adam Smith con su libro La
riqueza de las naciones.
Según Adam Smith los
individuos, que se comportan de forma racional, miran por sus propios intereses
y constituyen una mano invisible que mantiene estable la economía.
Estas ideas de Adam
Smith se han plasmando en complejos modelos matemáticos que dirigen nuestras
vida y son muchos, sobretodo los behavioristas, los que creen que sus ideas
cada vez se están radicalizando más.
Los racionalistas
están a favor de la libertad en los mercados, para crear riqueza. Sin embargo,
la crisis de 2008 hizo temblar todos los principios economicistas vigentes.
Según los economistas
behavioristas, las emociones influyen en la toma de decisiones relacionadas con
el dinero. Así, por ejemplo, ahorramos menos de lo que deberíamos.
Por lo general, todas
las personas, los agentes de bolsa… buscan obtener más beneficios.
Sin embargo, tal y
como apuntó Robert Shiller en 2005 en su libro Exuberancia irracional, a veces las personas se ven envueltas en un
pánico irracional, como ocurrió con la compra – venta de viviendas.
La respuesta a este
comportamiento puede que esté en que las emociones, en el celebro. Esto explica
algunos frenéticos comportamientos de los humanos durante la burbuja
especulativa del boom inmobiliario.
Las burbujas
financieras han existido siempre. La de los bulbos de tulipanes en el siglo
XVII, el crack del 29… y algunos economistas, como Keynes, pensaban que las
emociones juegan un papel determinante en la toma de decisiones, lo que
contribuye a la creación de estas burbujas.
A través de una serie
de experimentos, se llega a la conclusión de que las emociones, como por
ejemplo la tristeza, influyen en las decisiones financieras. Así, el mercado es
un compendio de miles de personas que se imaginan cómo va a ser su futuro, por
lo tanto, el hecho de si son optimistas o no, influye.
Algunos creen que los
mercados tendrían que ser regulados por el Estado, pero los racionalistas creen
que no, que los mercados por si solos pondrán en marcha su propio mecanismo de
gestión de riesgo, con la creación de los derivados.
Además, actualmente
hay expertos que se dedican a detectar burbujas de forma anticipada.
Sin embargo, las
grandes burbujas siempre se producirán, porque los mercados siempre tendrán ese
componente irracional, al igual que los seres humanos.
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