Y bien digo he tenido el placer porque, a pesar de no haber dejado indiferente a nadie y de los crudos y sobrecogedores testimonios que hemos podido conocer, está ponencia nos ha servido para poner los pies en la tierra y reflexionar sobre la situación de maltrato, vejación y enorme desigualdad en la que se encuentran multitud de mujeres.
Marifé nos habló de mujeres valientes de todo el mundo que, por ejemplo, se atrevieron a dar clase a niñas en aquellos países donde estaba prohibido. Y denunció la realidad de muchas mujeres que se encuentran sometidas a la explotación sexual como soborno, a violaciones y a una continua humillación.
No obstante, además de estas imágenes de violencia opresoras, Marifé también nos mostró imágenes de libertad y esperanza; con sus palabras apeló a la educación y a la cultura para hacer frente a la barbarie. La educación entendida como una fuente que mana continuamente libertad, dignidad, respeto...
Paul Gaugin, Parau api (¿Qué hay de nuevo?)
Además, pudimos ver el corto ''Pour Quoi?'' realizado por la fotógrafa española Ouka Lelee en el que da a conocer el testimonio de una mujer periodista de la República Democrática del Congo que denuncia la violación sexual y el acoso al que se encuentran miles de mujeres y niñas en este país por parte de militares y rebeldes.
Después de ver el corto, entiendo perfectamente el título del mismo. ¿Por qué?
Sinceramente, desde mi punto de vista, creo que actualmente estos abusos y atrocidades se siguen dando porque simplemente no interesa sacarlos a la luz. Ciertas compañías y multinacionales no quieren cambiar su actual situación y únicamente están centradas en sus propios intereses, a pesar de dar falsas lecciones de responsabilidad social en muchas de sus campañas publicitarias.
Vivimos en un mundo en el que se presumen de una igualdad entre hombres y mujeres que en la mayoría de los casos no es efectiva. Presumimos de derechos y libertades que en otras partes del mundo ni si quiera han sido reconocidos.
Por eso, lo que podemos hacer como ciudadanos es denunciar estas situaciones, darlas a conocer (aunque molesten a determinadas entidades o colectivos) y poner los pies sobre la tierra. Reflexionar sobre hacia dónde queremos ir y si es este mundo-burbuja de cristal el que verdaderamente queremos.